A medida que envejecemos, nuestros sistema circulatorio se va deteriorando y por tanto, ralentizando la llegada de oxígeno a través de los vasos sanguíneos. El oxígeno, asegura la actividad cerebral, así como el funcionamiento del sistema nervioso, las glándulas, los músculos y los órganos.
“Si no respiramos bien, falla todo lo demás”, dice el doctor Eusebi Chiner, neumólogo y coordinador del Año SEPAR 2014 del Paciente Crónico y las Terapias Respiratorias Domiciliarias. La respiración es la base de que todo vaya bien en nuestro cuerpo.
Desde hace una década, los tratamientos con óxido nítrico en personas mayores y de avanzada edad han despuntado por su efectividad, especialmente en patologías asociadas a problemas de circulación como trombosis, demencia vascular, problemas de tensión arterial, fatiga crónica, inmunodeficiencia e inclusive disfunción erectil.
La función principal del óxido nítrico es la de dilatar las arterias y mejorar su capacidad, ya que es un excelente vasodilatador. Gracias a esta función, podemos hacer llegar más cantidad de sangre por todo el cuerpo y por ende, más oxígeno a todos los órganos.
El óxido nítrico es un compuesto que se encuentra en la células del organismo y que lleva a cabo muchas funciones para asegurar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Sin embargo, con el paso del tiempo lo vamos perdiendo debido a los daños de los radicales libres, la inactividad y la mala alimentación, haciendo que las venas y arterias se deterioren, por lo tanto deberemos obtenerlo a través de una buena alimentación o de complementos alimentícios.