La remolacha es un alimento con una gran riqueza nutricional que aporta beneficios para la salud en general. Es rica en nitratos y betaína, vitaminas C y B, hidratos de carbono complejos, contiene fibra, potasio, fósforo, zinc, hierro y calcio.
Con gran evidencia científica, desde hace siglos, era y es considerado como un alimento con múltiples beneficios. Los primeros indicios de cultivo de esta planta datan de la Antigua Roma. Su principal uso en la antigüedad era con fines medicinales y sexuales.
Debido al alto contenido en nitratos de esta hortaliza, favorece el rendimiento físico por su capacidad para crear más glóbulos rojos y por tanto, generar un mayor aporte de oxigeno al torrente sanguíneo el cual llega a los músculos favoreciendo la vasodilatación proceso el cual, de forma natural, se ralentiza con el envejecimiento.
Así pues, el consumo de jugo de remolacha ayuda a reducir los altos niveles de presión arterial. Esto se debe a sus nitratos de origen natural, que al llegar al organismo se convierten en óxido nítrico, el cual contribuye a la relajación y dilatación de los vasos sanguíneos, por lo que mejora la circulación y contribuye al control de la presión arterial.