El zumo de remolacha contiene altos niveles de nitrato inorgánico (NO3) y se ha probado que su consumo es efectivo para incrementar la concentración sanguínea de óxido nítrico (NO). Dados los efectos del NO en la promoción de la vasodilatación y el flujo sanguíneo con efectos beneficiosos sobre la contracción muscular, varios estudios han detectado un efecto ergogénico de los suplementos de zumo de remolacha en esfuerzos de alta intensidad con altas demandas de metabolismo energético oxidativo. Sin embargo, solo un número escaso pero creciente de investigaciones han tratado de evaluar los efectos de este suplemento sobre el rendimiento en ejercicios de alta intensidad. En esta revisión se tratan los pocos estudios que han abordado este tema. Se buscaron en las bases de datos Dialnet, Elsevier, Medline, Pubmed y Web of Science, artículos publicados en inglés, portugués y español desde 2010 hasta el 31 de marzo de 2017 utilizando las palabras clave: remolacha y nitrato o nitrito y suplementos o suplementación y nutrición o “nutrición deportiva” y ejercicio o deporte o “actividad física” o esfuerzo o atleta. Se identificaron 9 artículos con todos los criterios de inclusión. Los resultados indican que el zumo de remolacha dado como una dosis única o en varios días puede mejorar el rendimiento en esfuerzos intermitentes de alta intensidad con periodos de recuperación cortos. Las mejorar observadas fueron atribuidas a una resíntesis más rápida de la fosfocreatina que podría retrasar su depleción durante los ejercicios de esfuerzos repetitivos. Además, la suplementación de zumo de remolacha podría mejorar la producción de potencia muscular a través de un mecanismo que implica una velocidad de acortamiento muscular más rápida. Los hallazgos de algunos estudios también sugirieron mejoras en indicadores de fatiga muscular, aunque el mecanismo implicado en este efecto sigue sin estar claro.

 

Antecedentes:

Debido al aumento de la igualdad competitiva en el deporte de alto nivel, hoy en día se considera que una mejora en el rendimiento del 0,6% es suficiente para marcar la diferencia. En este entorno de alta competición, los atletas a menudo buscan suplementos nutricionales para aumentar su rendimiento. Sin embargo, la mayoría de las declaraciones sobre los posibles efectos en el rendimiento deportivo o la salud que aparecen en las etiquetas de muchos productos no están respaldadas por evidencia científica clara. Por este motivo, instituciones como el Instituto Australiano del Deporte (AIS) ha creado un sistema para clasificar los suplementos de acuerdo a sus efectos sobre el rendimiento basados en evidencia científica contrastada. Por lo tanto, los suplementos dietéticos asignados a la clase A han sido probados con un alto nivel de evidencia para mejorar el rendimiento durante el ejercicio en ciertas modalidades cuando se toman en cantidades apropiadas. Las únicas sustancias pertenecientes a esta clase son β-alanina, bicarbonato sódico, cafeína, creatina y zumo de remolacha. Sin embargo, se cree que el efecto de un suplemento dado en el rendimiento, además de la dosis recomendada, puede ser específico para cada modalidad deportiva. Esto, por tanto, dependerá de los requerimientos energéticos y/o mecánicos de cada tipo de ejercicio de modo que algunos suplementos tendrán efectos ergogénicos en algunos tipos de ejercicios y no tendrán efectos en otros.

La relación entre intensidad del ejercicio y el tiempo hasta el agotamiento es hiperbólico ya que está directamente ligado a los sistemas de producción de energía predominantes durante el ejercicio. Así, dependiendo en sus bioenergéticas, los diferentes tipos de esfuerzos pueden ser clasificados de acuerdo a la duración del ejercicio. Esto significa que podemos diferenciar entre esfuerzos explosivos, esfuerzos de alta intensidad y esfuerzos intensos de resistencia. Los esfuerzos explosivos son aquellos que cuya duración está por debajo de los 6 segundos en los cuales la principal ruta metabólica energética es el sistema de alta energía de los fosfágenos, y también existe cierta participación de la glucólisis, que gradualmente contribuye con más energía hasta un 50% a los 6 segundos. Los esfuerzos de alta intensidad son aquellos de duración superior a los 6 segundos y menores a 1 minuto. Estos esfuerzos se caracterizan por una mayor contribución del metabolismo glucolítico y menor contribución de los fosfágenos de alta energía y la fosforilación oxidativa. Finalmente, los esfuerzos intensos de resistencia son aquellos con duración mayor de 60 segundos y en los cuales el principal sistema de producción de energía es la fosforilación oxidativa.

El zumo de remolacha se utiliza como suplemento porque puede servir como precursor de óxido nítrico (NO). El mecanismo de la síntesis de NO se cree que sucede a través del catabolismo de la arginina por la enzima NO sintasa. Efectivamente, la suplementación con arginina ha demostrado aumentar los niveles de NO. Un mecanismo alternativo de generación de NO es mediado por el nitrato inorgánico (NO3). Esto significa que las altas cantidades de NO3 presentes en el zumo de remolacha son capaces de aumentar los niveles de NO del organismo.

En la boca, alrededor del 25% del NO3 de la dieta se reduce a nitrito (NO2) por la NO3 reductasa producida por microorganismos. Este NO2 es entonces reducido parcialmente a NO a través de la acción de los ácidos estomacales y que es más tarde absorbido por el intestino. Algo de este NO2 entre en el torrente sanguíneo, y, en condiciones de niveles bajos de oxígeno, se convertirá en NO.

El óxido nitroso posee numerosas funciones fisiológicas incluyendo acciones hemodinámicas y metabólicas. Mediado por la guanilil ciclasa, el NO tiene un efecto sobre las fibras musculares lisas que causan la dilatación de los vasos sanguíneos. Este efecto vasodilatador aumenta el flujo sanguíneo a las fibras musculares promoviendo el intercambio de gases. El NO también induce la expresión de genes, mejora la biogénesis y la eficiencia de las mitocondrias. Todos estos efectos pueden favorecer el metabolismo energético oxidativo. De hecho, aunque no todas, numerosas investigaciones han observado que la suplementación con zumo de remolacha aumenta el rendimiento en las modalidades de ejercicio que implican esfuerzos intensos de resistencia en los que el tipo dominante de metabolismo energético es oxidativo.

Hasta la fecha, varias revisiones de la literatura científica han evaluado los efectos de los suplementos de zumo de remolacha en el ejercicio físico. Además, dado que el NO puede potenciar factores que limitan el rendimiento cuando se ejecutan acciones en los que el metabolismo predominante es el oxidativo, dos revisiones recientes han explorado los efectos positivos de esta forma de suplemento en el ejercicio de resistencia. Por lo tanto, los diferentes estudios mostraron que la suplementación con jugo de remolacha fue efectiva para: reducir el VO2 en un -6% durante una prueba de natación realizada a una intensidad equivalente al umbral ventilatorio (VT); reducir el VO2 en un -3% durante una prueba de kayak realizada al 60% del VO2max y durante una prueba en cicloergómetro realizada por atletas y ciclistas de recreación deportiva al 45-70% de VO2max; aumentar el rendimiento en 12-17% en las pruebas en cicloergómetro hasta el agotamiento a intensidades del 60 al 90% de VO2max en atletas de deportes de recreación, y en un 22% cuando se realice con una intensidad del 70% entre VT y VO2max; y finalmente, mejorando los tiempos en un 2,8% en ciclistas entrenados realizando pruebas en cicloergómetro de 4 km, 10 km (1,2%), 16 km (2,7%) y 50 millas (0,8%). Sin embargo, además de los efectos ya mencionados del NO, existen otros que necesitan ser considerados. En consecuencia, se ha descrito que el efecto del aumento del flujo sanguíneo inducido por el NO es específico de las fibras musculares tipo II. Además, en las fibras musculares tipo II, se ha encontrado que la ingesta de jugo de remolacha mejora la liberación y luego la recaptación de calcio del retículo sarcoplásmico. Esto podría traducirse en una mayor capacidad para la producción de fuerza muscular de estas fibras musculares tipo II. Tales efectos del NO podrían significar una ventaja fisiológica para los esfuerzos que implican el reclutamiento de fibras musculares de tipo II, como son los esfuerzos intermitentes de alta intensidad. Por lo tanto, debido al escaso número, aunque creciente, de estudios que investigan sobre los efectos de utilizar un suplemento de zumo de remolacha en ejercicios con esfuerzos intermitentes de alta intensidad, esta revisión analiza los resultados de estudios experimentales que específicamente han examinado en adultos (independientemente de ser atletas o no) los efectos de la suplementación con zumo de remolacha en ejercicio con esfuerzos intermitentes de alta intensidad.

 

Metodología:

Se identificaron todos los estudios que hayan evaluado los efectos de los suplementos de zumo de remolacha en ejercicio con esfuerzos intermitentes de alta intensidad mediante búsqueda en las bases de datos Dialnet, Elsevier, Medline, Pubmed y Web of Science publicados hasta el 31 de marzo de 2017 usando las palabras clave: remolacha O nitrato O nitrito (concepto 1) Y suplemento O suplementación O nutrición O “nutrición deportiva” (concepto 2) Y ejercicio O deporte O “actividad física” O esfuerzo O atleta (concepto 3).

Se descartaron artículos de estudios no experimentales, que no estuviesen escritos en inglés o español o fuesen publicados antes de 2010. Esto significa que todos los artículos revisados fueron publicados en el periodo entre el 1 de enero de 2010 hasta el 31 de marzo de 2017. A continuación, se aplicaron un conjunto de criterios de exclusión para garantizar la selección de estudios específicamente diseñados para evaluar los efectos de la administración de zumo de remolacha en ejercicio con esfuerzos intermitentes de alta intensidad:

  • Estudios no realizados en adultos (muestras con participantes con edades < de 18 o > de 65 años).
  • Estudios realizados in vitro o con animales.
  • Estudios en los que no fuesen determinados directamente los efectos del zumo de remolacha.
  • Estudios en los que se examinaron los impactos en ejercicios que no cumplían con las características de esfuerzos intermitentes de alta intensidad.

 

Resultados:

Selección de estudios
De los 738 estudios identificados en la búsqueda, 359 quedaron después de eliminar registros repetidos. Una vez los títulos y el resumen de estas 359 publicaciones fueron revisados, 212 artículos de texto completo fueron identificados y recuperados para su evaluación, de los cuales 9 artículos cumplieron con los criterios de elegibilidad.

Características del estudio
Los 9 estudios seleccionados para la revisión incluyeron un total de 120 sujetos, 107 de los cuales eran hombres y 123 mujeres.

En 5 de estos estudios se evaluaron los efectos agudos de la suplementación con zumo de remolacha. El suplemento se ingirió 120 minutos antes del ejercicio en un estudio, 150 minutos antes en 2, y 180 minutos antes del ejercicio en los 2 restantes.

En los 4 estudios restantes se examinaron los efectos de la suplementación con zumo de remolacha a largo plazo.  Los periodos de suplementación fueron de 5 días en un estudio, 6 días en 2 estudios y 7 días en el cuarto estudio.

Las dosis de NO ingeridas fueron de ~5 mmol a ~11,4 mmol. Además, un estudio examinó la eficacia del zumo de remolacha tomado por si solo o combinado con fosfato de sodio.

En 4 de los 9 estudios revisados, los participantes fueron atletas de competición y en los otros 5 fueron atletas de nivel bajo de competición o recreacionales. Solo en uno de los estudios la muestra incluyó atletas de deportes individuales, el resto de los estudios fueron realizados en jugadores de deportes de equipo.

Los test realizados para evaluar el rendimiento fueron un test de 30 segundos de duración en cicloergómetro en un estudio y en el resto ejercicios intermitentes de alta intensidad con intervalos de trabajo desde los 6 hasta los 60 segundos y periodos de descanso desde los 14 segundos hasta los 4 minutos. Los tipos de test utilizados fueron carrera a máxima velocidad en 3 estudios, cicloergometría en 4 estudios, uno de los cuales fue un test isocinético, un test en un ergómetro kayak y entrenamiento de fuerza en press de banca en el resto de estudios.

La intervención con zumo de remolacha provocó una mejora significativa del rendimiento en 4 de los estudios, mientras que en otros 4 no se observaron dichos efectos. En el estudio restante, se observó un efecto ergolítico, o reducción de rendimiento, en comparación con el tratamiento placebo.

 

Discusión:

Efectos de la suplementación crónica con zumo de remolacha en ejercicio con esfuerzos intermitentes de alta intensidad
Cuatro de los estudios revisados evaluaron los efectos de ingerir suplementos de zumo de remolacha durante 5 a 7 días en esfuerzos intermitentes de alta intensidad o en una sesión de entrenamiento de fuerza. Tres de estos estudios detectaron un efecto significativo de la suplementación con zumo de remolacha mientras que, en los estudios restantes, no se observaron diferencias comparado con el placebo.

Efectos de la suplementación crónica con zumo de remolacha en el entrenamiento de fuerza
El entrenamiento de fuerza se realiza para mejorar la hipertrofia muscular, la fuerza, la potencia y la resistencia musculares. Las sesiones de entrenamiento con objetivo de hipertrofia muscular incluyen cargas de entrenamiento del 70-85% del 1RM y 8-12 repeticiones, mientras que aquellas que buscan mejorar la resistencia muscular incluyen cargas alrededor del 50% del 1RM y entre 15-25 repeticiones. Estas sesiones de ejercicio son muy dependientes del metabolismo glucolítico; el umbral láctico en el entrenamiento de fuerza es detectado al ~25% del 1RM. Para determinar el efecto de la suplementación con zumo de remolacha (6.4 mmol NO3) durante 6 días en sesiones de entrenamiento de fuerza diseñadas para mejorar la hipertrofia muscular local y la resistencia, en el estudio de Mosher et al. revisado aquí, se registró el número de repeticiones realizadas en press de banca en 3 series con cargas del 60& del 1RM. Los resultados indicaron que la suplementación aumentó el número de repeticiones en las tres series de ejercicio mejorando el rendimiento en la sesión un 18,9%.

En una investigación anterior, los efectos de los suplementos de bicarbonato sódico fueron evaluados en un estudio similar al de Mosher et al. Los participantes realizaron 3 series hasta el agotamiento con cargas de 10-12 RM en 3 series. La recuperación de estas reservas tarda unos 3-5 minutos. Dado que la resíntesis de la fosfocreatina es dependiente del metabolismo oxidativo y que el zumo de remolacha tiene un efecto ergogénico en modalidades deportivas mayor componente del metabolismo oxidativo, pudo ser que este suplemento acelerase esta recuperación durante el periodo de descanso en el estudio de Mosher (2 min) y por tanto que evitó la depleción progresiva de fosfocreatina durante la sesión. De hecho, esta tasa más alta de resíntesis atenuaría el aumento de los niveles de adenosina difosfato (ADP) y fosfatos inorgánicos. Ambos metabolitos han sido asociados con la aparición de fatiga muscular. Por lo tanto, al retrasar la acumulación de niveles críticos de estos metabolitos, la aparición de la fatiga se retrasará y esto permitirá más repeticiones en las series hasta el agotamiento. La suplementación con NO3 podría también mejorar la eficiencia muscular y la capacidad contráctil mejorando la liberación de calcio del retículo sarcoplasmático en las células musculares y su reabsorción. Consecuentemente, un tren de potenciales de acción que conducen a un mayor suministro de calcio a la fibra muscular aumentará la fuerza de la contracción muscular.

Efectos de la suplementación crónica con zumo de remolacha en ejercicio con esfuerzos intermitentes de alta intensidad
Algunas modalidades deportivas como los deportes de equipo, de raquetas o de combate requieren fases de esfuerzos de alta intensidad seguidos de períodos de descanso. Así, en los deportes de equipo, los esfuerzos de alta intensidad (~3–4 s) se intercalan con periodos de variables de recuperación activa. En los deportes de raqueta como el tenis, los esfuerzos duran entre 7-10 s y los periodos de descanso 10-16 s (entre puntos) y/o 60-90 s (entre juegos). Finalmente, en los deportes de combate los esfuerzos más intensos son de 15-30 s de duración y los periodos de descanso activo son de 5-10 s cada 5 min. En todas estas modalidades deportivas, la capacidad de repetir esfuerzos de alta intensidad solo con cortos periodos de recuperación se considera un indicador de rendimiento. Esto significa que los atletas de alto nivel son capaces de mantener el rendimiento en intervalos sucesivos de alta intensidad durante un largo periodo de tiempo.

Para descubrir si la suplementación con zumo de remolacha podría mejorar esta capacidad para repetir esfuerzos de alta intensidad durante un partido de deporte de equipo, Thompson et al. administraron zumo de remolacha (12,8 mmol NO3) durante 7 días a un grupo de atletas. El test de rendimiento consistió en 2 bloques de 5 series de sprint durante 6 s en cicloergómetro con periodos de 14 s de recuperación activa en el medio y al final del partido simulado con duración 2 x 40 min. Los resultados de este estudio indicaron que el volumen de trabajo total mejoró un 3,5% en toda la sesión, aunque esta mejora fue mayor al final de la primera parte.

Nuevamente, si consideramos la naturaleza de este tipo de ejercicio, se ha establecido que involucra el reclutamiento de fibras musculares tipo II, que son más potentes, aunque muestran más fatiga que las fibras tipo I. Esta menor resistencia a la fatiga se ha relacionado con la reducción del flujo sanguíneo y las concentraciones de mioglobina en estas fibras musculares en comparación con el tipo I. Por lo tanto, las fibras musculares tipo II están diseñadas para promover vías no oxidativas y han demostrado una mayor capacidad de almacenamiento de creatina para un metabolismo mejorado de fosfocreatina y proteínas con un efecto tamponador a nivel intracelular, como la carnosina, que favorece un metabolismo de tipo glucolítico.

Estudios en animales han mostrado que el aumento del flujo sanguíneo en respuesta a la suplementación con NO3 es mayor en las fibras musculares tipo II comparado con la de tipo I. Esta mayor irrigación y disponibilidad de oxígeno en el periodo de recuperación junto con la mayor capacidad de almacenamiento de creatina de las fibras tipo II (promoviendo la resíntesis de fosfocreatina) significa que durante un esfuerzo seguido por un corto periodo de descanso (14 s), la suplementación con zumo de remolacha podría retrasar la depleción de fosfocreatina durante los sucesivos sprints y explicar la mejora observada por Thompson et al.

A pesar de estos mayores efectos de la suplementación con NO3 en las fibras tipo II versus las fibras tipo I, los estudios en animales también han mostrado los efectos de la libración del calcio y la reabsorción en el retículo sarcoplasmático de la célula muscular es mayor en las fibras tipo II que en las de tipo I. En consecuencia, debido al importante rol de las fibras tipo II durante los sprints, la suplementación podría haber llevado a mejorar la capacidad de generar potencia muscular y así explicar la mejora significativa en el rendimiento observado por el grupo de Thompson.

Buck et al. examinaron los efectos de 6 días de suplementación con zumo de remolacha (6,4 mmol NO3) o fosfato sódico (50 mg/kg de masa magra) sobre el rendimiento en un test consistente en sprints repetidos en 6 series de 25 metros y 25 s de recuperación entre series en el medio y al final de un partido simulado de 60 min de duración. La intervención con zumo de remolachano mejoró el rendimiento en estos sprints, sin embargo, sí lo hizo cuando se tomó junto con fosfato sódico (2%) en comparación con placebo, aunque esta mejora fue de menor magnitud que cuando los sujetos solo tomaron suplementos de fosfato sódico (5%). Estos hallazgos sugieren que, a diferencia del jugo de remolacha, la ingesta de fosfato de sodio puede tener un efecto ergogénico en este protocolo. Si comparamos los test realizados por Buck et al. y Thompson et al. los tiempos de trabajo fueron más cortos (2-3 vs 6 s). mientras que los periodos de descanso fueron mayores (25 vs 14 s). Por lo tanto, podría ser que los esfuerzos de 2-3 s conduzcan a una reducción significativamente menor de las reservas de fosfocreatina al final de estos esfuerzos. Además, Además, los 25 segundos de descanso que se acercan a los 30 segundos en los que tiene lugar la recuperación del 50% de las reservas de fosfocreatina, pudieron haber sido suficientes para estabilizar las reservas de fosfocreatina y, por lo tanto, evitar la aparición de fatiga.

Otro estudio investigó los efectos de la suplementación con zumo de remolacha (8,4 mmol NO3) en un periodo mayor (5 días), en el rendimiento en un test de alta intensidad repetida. Dicho estudio trató de determinar los efectos de la suplementación en diferentes protocolos de ejercicio. Los sujetos realizaron una sesión consistente en 24 series de 6 s de trabajo y 24 s de descanso, una segunda sesión de 2 series de 30 s de trabajo y 2 min de descanso y una tercera sesión de 6 series de 6 s y 60 s de descanso entre series. Como hicieran Thompson et al. Wylie at al. seleccionaron el ejercicio de 6 series de 6 s en la primera sesión, aunque los intervalos de descanso fueron mayores (24 vs 14 s). Otra diferencia fue que los participantes no se habían fatigado antes (en el partido simulado de deporte en equipo) antes de la prueba de rendimiento. No obstante, los resultados fueron similares en que la potencia media generada en las series durante toda la sesión mejoró en ~7%. Sin embargo, las mejoras en el protocolo 24 × 6-24 no fueron comparables con las registradas en las otras dos pruebas, en las que no se registraron mejoras significativas.

En los protocolos de testeo que incluyen trabajos con esfuerzos de 30 s y 60 s, la suplementación con zumo de remolacha no resultó en mejoras en los indicadores de rendimiento. Estos protocolos consistentes en mayor duración de los intervalos de trabajo principalmente involucran un metabolismo de tipo glucolítico y en menor medida implica al sistema de fosfágeno de alta energía. Un incremento en la glucólisis lleva a un incremento en la producción de H+, reduciendo el pH. Para evitar el aumento de la acidosis, se lleva a cabo una serie de respuestas dirigidas a reducir la fosfofructocinasa, que incluyen disminución de la glucólisis y la resíntesis de fosfocreatina y modificaciones de la contractilidad muscular. Tales respuestas se manifiestan como un metabolismo no aeróbico reducido o una capacidad reducida para la potencia y la fuerza muscular, en otras palabras, fatiga. Suplementos tales como la β-alanina (que aumenta las concentraciones de carnosina muscular, una proteína que actúa como tampón dentro de la célula) y bicarbonato sódico (principal agente tamponador extracelular) han mostrado efectos ergogénicos sobre el rendimiento en esfuerzos de alta intensidad que implican al metabolismo glucolítico. El efecto combinado de estos suplementos es mayor que el impacto de cada suplemento por sí mismo.

Aunque la suplementación con zumo de remolacha induce la vasodilatación y aumenta el flujo sanguíneo (en las fibras musculares tipo II, reclutadas principalmente en series de ejercicio de 30 a 60 s de duración), aumentando la disponibilidad de oxígeno en los músculos, en lugar de activarse debido a la falta de oxígeno (anaerobiosis), las vías no dependientes del oxígeno se activan debido a una mayor demanda de producción de energía a través de la fosforilación oxidativa. Por lo tanto, estos efectos, aunque potencian la fosforilación oxidativa, no tienen repercusiones en el metabolismo de la energía glucolítica. En consecuencia, como el zumo de remolacha no tiene efecto alcalinizante, la suplementación con este producto no puede reducir la acidosis, ya que es el factor principal que limita el rendimiento en los esfuerzos que duran 30-60 s. Sin embargo, los efectos potenciadores sobre el metabolismo aeróbico aumentan la velocidad de la resíntesis de fosfocreatina, que depende de la fosforilación oxidativa. Esto significa que puede ser eficaz para esfuerzos repetidos de alta intensidad, cuya duración es cercana a 6-10 s, en la cual los fosfágenos de alta energía contribuyen principalmente al metabolismo y el volumen de trabajo es suficiente para causar un agotamiento significativo, que al enfrentar intervalos de descanso cortos conduce a un agotamiento progresivo y, en consecuencia, a la fatiga. Por tanto, los suplementos de jugo de remolacha pueden tener un efecto ergogénico cuando los esfuerzos de ejercicio son intermitentes, a máxima intensidad, de corta duración (6-10 s) e intercalados con breves períodos de recuperación (<30 s).

Efectos de la suplementación aguda con zumo de remolacha en los esfuerzos intermitentes de alta intensidad
Cinco de los estudios revisados fueron diseñados para analizar los efectos de una única ingesta de un suplemento de zumo de remolacha en ejercicio de esfuerzos intermitentes de alta intensidad. Aucouturier et al. administraron el suplemento (~10.9 mmol NO3) a un grupo de atletas recreacionales 180 minutos antes de realizar series de ejercicio hasta la extenuación consistentes en 15 s de pedaleo at 170% VO2max seguido por 30 s de descanso. Este estudio reportó que el suplemento de remolacha dio lugar a mejoras cercanas al 20% en el número de repeticiones realizadas y el trabajo total completado en la sesión. Además del número de series completadas y el trabajo realizado, los autores midieron la concentración de células rojas a nivel microvascular. El zumo de remolacha, a parte de mejorar el rendimiento, se encontró que aumenta la microvascularización. Dichas mejoras son consideradas un efecto beneficioso en el intercambio de oxígeno en el músculo. Por consiguiente, esta mejora de la disponibilidad de oxígeno producido a nivel muscular pudo haber potenciado la fosforilación oxidativa durante el periodo de descanso, y, dada su corta duración, podría haber aumentado la resíntesis de fosfocreatina cuando los sujetos tomaron el suplemento en vez del placebo. Por lo tanto, la suplementación habría retrasado el agotamiento de las reservas de fosfocreatina y este efecto probablemente sea la causa de las mejoras observadas en las series repetidos de sprints intermitentes.

Como hicieron Aucouturier et al., Muggeridge et al. examinaron el efecto del zumo de remolacha (5 mmol NO3) tomado 180 min antes de un esfuerzo intermitente consistente en 5 series de 10 s en un kayak ergómetro con periodos de 50 s de descanso intercalados En este estudio, aunque la suplementación pareció tener un mayor efecto en la potencia generada en las últimas 2 series, la mejora observada careció de significancia. No obstante, si comparamos este estudio con el realizado por Aucouturier et al., los periodos de trabajo Enel estudio de Muggeridge fueron más cortos (10 vs 15 s) y los periodos de descanso mucho más largos (50 vs 30 s). Los intervalos de 10 s a máxima intensidad tienen capacidad significativamente reducida comparada con los intervalos de 15 s de deplecionar las reservas de fosfocreatina. Es más, la tasa de reposición de fosfocreatina tiene una primera fase en la que hasta el 50% de esas reservas pueden ser repuestas en 30 s y el 100% en 3-5 min. También, si consideramos que el efecto principal de los suplementos de zumo de remolacha está ligado a una mejorada resíntesis de fosfocreatina, es posible que como hay una menor depleción y periodo de descanso en el que hay una recuperación casi completa de las reservas de fosfocreatina, la suplementación pudo no haber provocado ningún efecto beneficioso en el estudio de Muggeridge et al. Sin embargo, a pesar de los cortos periodos de trabajo y los relativamente largos periodos de descanso y el hecho de que la potencia desarrollada en las últimas series mostró una tendencia de mejora con la suplementación, es posible que intervalos alargados en una serie hasta el agotamiento hubiesen sido beneficiosos y hubiesen dado lugar a resultados similares a los observados por Aucouturier et al.

Rimer et al. evaluaron los efectos de la suplementación aguda (150 min antes del ejercicio) con zumo de remolacha (11,2 mmol NO3) sobre el rendimiento en un test de máxima intensidad durante 3 s en un cicloergómetro isoinercial y un test de 30 s en un cicloergómetro isocinético. La suplementación fue efectiva mejorando la cadencia de pedaleo, y por tanto la potencia generada, en el test de 3 s. Sin embargo, no se observo dicho efecto en el test isocinético.

Las mejoras observadas por el grupo de Rimer en el test de 3 s afectó a la cadencia de pedaleo. Debido a la unión entre dichas mejoras y el aumento la velocidad de acortamiento muscular y la propuesta de que el NO podría aumentar esta velocidad, los autores sugirieron que el zumo de remolacha pudo tener efectos beneficiosos en la expresión de potencia. Este razonamiento también fue empleado para explicar la carencia de cambios producidos en el test de 30 s en el que la cadencia fue establecida en 120 rpm. Esto significa que cualquier mejora en la expresión de potencia en el test isocinético solo podría ocurrir si hubiese un incremento en la potencia a una velocidad de acortamiento constante, ya que la potencia es igual a la fuerza multiplicada por la velocidad.

En una investigación posterior llevada a cabo en atletas de Crossfit, se reportó que la suplementación con sales de NO3 (8 mmol NO3) en lugar de zumo de remolacha, fue capaz de mejorar el rendimiento en una prueba de cicloergómetro de 30 s. Sin embargo, a diferencia de la prueba de 30 s utilizada por Rimer et al., la prueba fue isoinercial. La diferencia entre los 2 cicloergómetros es que mientras en el test isocinético la cadencia de pedaleo está preestablecida y solo son posibles mejoras en la fuerza, en un test isoinercial la carga de trabajo está establecida y cualquier mejora en la potencia producida se manifiesta como mejora en la cadencia de pedaleo. Dado que la suplementación con zumo de remolacha podría mejorar el desarrollo de la potencia como consecuencia de una reducción de la velocidad de acortamiento muscular, el cicloergómetro isocinético quizás no sea lo suficientemente sensible como para evaluar los efectos de esta suplementación. Teniendo en cuenta los efectos beneficiosos sobre la cadencia y la producción de potencia observados en las pruebas de cilcoergómetro de 3 s y 30 s, parece que la suplementación con zumo de remolacha podría tener un efecto beneficioso en este tipo de esfuerzo.

En un cuarto estudio, Clifford et al. evaluaron los efectos de una ingesta única de zumo de remolacha sobre el rendimiento en un test de 20 series de sprint de 30 metros intercalados con descansos de 30 s. Estos autores no observaron efectos ergogénicos de la suplementación. No obstante, si miramos las características del test empleado por los investigadores, encontramos que los periodos de trabajo (cercano a los 3 s) junto con los periodos de recuperación de 30 s podrían ser suficientes para que los sujetos hubiesen recuperado sus niveles de fosfocreatina en los intervalos de descanso, minimizando el posible efecto ergogénico del suplemento.

Un indicador novel utilizado en el estudio de Clifford et al. fue el test de salto con contra-movimiento (CMJ) realizado antes del test de velocidad intermitente y en los periodos de descanso. El rendimiento en este test se determina por las propiedades contráctiles del músculo y por el control neuromuscular de todo el sistema musculoesquelético. Dado que la fatiga refleja la incapacidad del sistema neuromuscular para mantener el nivel de potencia requerido, las pérdidas en la altura del CMJ al final del ejercicio son tomadas como indicador de fatiga muscular.

En el estudio del grupo de Clifford, se observó que el protocolo de sprints intermitentes dio lugar a la fatiga muscular. Esta fatiga puede ser el resultado de deficiencias en el mecanismo de la contracción muscular. Por otro lado, las fuertes acciones excéntricas de los músculos isquiotibiales durante los sprints pueden producir daño muscular y, por lo tanto, modificar la estructura de los sarcómeros de la fibra muscular. Por lo tanto, cualquier pérdida en la altura del CMJ podría indicar daño muscular. Mientras que el CMJ se monitorizó después del protocolo de 20 series de 30 m con períodos de descanso de 30 s, se observó una mayor recuperación de la altura de CMJ en el grupo de suplementación. Esto sugiere que el zumo de remolacha podría ayudar a preservar la estructura muscular durante los esfuerzos de alta intensidad. Otra explicación podría estar relacionada con el efecto vasodilatador del zumo de remolacha, posiblemente ayudando a la regeneración muscular durante la recuperación temprana. En futuros trabajos, los biomarcadores de daño muscular o inflamación deben ser examinados.

En el quinto estudio, Martin et al. investigaron los efectos del zumo de remolacha (6,4 mmol NO3) en series repetidas hasta el agotamiento consistentes en 8 s de trabajo seguido e 30 s de recuperación en cicloergómetro. No se detectaron efectos en la expresión de potencia en las diferentes series. Además, un menor número de series en la sesión realizada por el grupo que tomo el suplemento frente al grupo placebo.  En efecto, este fue el único estudio que describió un efecto ergolítico del zumo de remolacha. Los autores argumentaron que debido a la escasa contribución de la fosforilación oxidativa al metabolismo energético durante los esfuerzos de alta intensidad y que el potencial ergogénico de este suplemento está relacionado con la potenciación de las vías oxidativas, no se producen efectos beneficiosos en este tipo de acción física.

Los resultados de la investigación de Martin et al. están en conflicto con aquellas otras que observaron efectos beneficiosos en test similares. El zumo de remolacha fue ingerido 120 minutos antes del ejercicio. Este régimen no es apropiado, ya que los niveles pico de NO2 se producen 2-3 h después de la ingestión y se recomienda que la suplementación se tome al menos 150 min – 180 min antes del esfuerzo de alta intensidad. Efectivamente, Aucouturier et al. utilizaron una prueba de características similares, pero el suplemento de remolacha se tomó 180 minutos antes de los ejercicios, tal como se recomienda.

 

Conclusiones:

Hasta la fecha, pocos estudios han examinado los efectos de la suplementación con zumo de remolacha en los ejercicios con esfuerzos de alta intensidad y de corta duración, y lo observado hasta ahora necesitará confirmación en futuros estudios:

  • Se ha demostrado que la suplementación con zumo de remolacha disminuye la fatiga muscular asociada al ejercicio con esfuerzos de alta intensidad, aunque no se sabe si esto se logra reduciendo la fatiga y el daño muscular y / o promoviendo la regeneración muscular después del ejercicio.
  • Cuando se afrontan esfuerzos que pueden agotar considerablemente las reservas de fosfocreatina (series de entrenamiento de resistencia o sprints repetidos de alrededor de 15 s intercalados con períodos cortos de descanso) y dado que la resíntesis de fosfocreatina requiere del metabolismo oxidativo, el zumo de remolacha ayuda a recuperar las reservas de fosfocreatina y así evitar su agotamiento durante los esfuerzos repetidos. Paralelamente, la suplementación limitaría la acumulación de metabolitos como ADP y fosfatos inorgánicos, que se sabe que inducen fatiga muscular.
  • Se ha demostrado que el zumo de remolacha mejora la liberación y la reabsorción de calcio en el retículo sarcoplasmático. Esto podría ayudar a la producción de energía asociada con mejoras en la velocidad de acortamiento muscular. Los ergómetros no isocinéticos (en los que no se evalúa la velocidad de movimiento) son sensibles a tales mejoras en la generación de energía.

 

Limitaciones del estudio:

La principal limitación de esta revisión es la escasez de estudios que han evaluado los efectos de la suplementación con zumo de remolacha en el ejercicio intermitente de alta intensidad. Esta limitación también se magnifica por la variedad de diseños de los pocos estudios disponibles incluyendo diferentes dosis y administraciones de los suplementos.

Futuras líneas de investigación

  • Como se ha propuesto que la suplementación con zumo de remolacha mejora la resíntesis de fosfocreatina durante los breves períodos de descanso incluidos en los protocolos de ejercicio intermitente de alta intensidad, se necesitan estudios futuros para confirmar mediante biopsia muscular niveles de fosfocreatina durante esfuerzos repetidos de alta intensidad.
  • Examinar el posible efecto beneficioso del zumo de remolacha sobre la velocidad de acortamiento muscular reflejada como mejora en la cadencia de pedaleo, los estudios futuros deben evaluar el efecto ergogénico de este suplemento en una única prueba de carga constante en un cicloergómetro inercial.
  • Dilucidar el mecanismo por el cual el zumo de remolacha disminuye la fatiga muscular y mejora la recuperación de esta fatiga, es necesario abordar los efectos de la ingestión de NO3 en biomarcadores de inflamación y daño muscular.
  • De acuerdo con los resultados del estudio en el que se produjo un efecto ergolítico en respuesta a una dosis única de zumo de remolacha administrado 120 minutos antes del ejercicio, las investigaciones futuras deberían determinar el momento más apropiado de la administración de este suplemento para optimizar su potencial ergogénico.
  • Finalmente, debido a los posibles efectos beneficiosos del zumo de remolacha, es necesario evaluar las interacciones del zumo de remolacha con otros suplementos de efectos ergogénicos comprobados en este tipo de ejercicio como la cafeína, la creatina, la β-alanina y el bicarbonato de sodio.

 

 

 

 

 

Fuente: fisiologíadelejercicio.com / Effects of beetroot juice supplementation on intermittent high-intensity exercise efforts (pdf original)
Domínguez R, Maté-Muñoz JL, Cuenca E y col
J Int Soc Sports Nutr. 2018 Jan 5;15:2. doi:10.1186/s12970-017-0204-9

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